Estás en casa, todo en silencio… y de pronto, escuchas un zumbido o una vibración que parece venir del frigorífico. 🤔 No te preocupes: cierto nivel de ruido es completamente normal. Los frigoríficos modernos funcionan con compresores, ventiladores y sistemas electrónicos que producen sonidos específicos. Sin embargo, cuando el ruido es excesivo, constante, ruidoso o diferente a lo habitual, puede indicar un problema de obstrucción de hielo o puede estar quemada la bobina del ventilador.
Los frigoríficos emiten una variedad de sonidos durante su ciclo normal de trabajo.
Algunos de ellos pueden parecer extraños si no los conoces, pero no significan ningún fallo.
✔️ Ruidos normales:
Estos sonidos son parte natural del proceso de refrigeración y no deben alarmarte.
Si el ruido es más fuerte, constante o metálico, conviene prestar atención.
Podría tratarse de alguno de los siguientes casos:
🚨 Ruidos que indican problema:
Si el ruido cambia bruscamente o aumenta con el tiempo, es recomendable revisar el equipo cuanto antes.
Un frigorífico mal nivelado puede generar vibraciones que se amplifican al tocar muebles o paredes.
✔️ Solución sencilla:
También comprueba que no haya objetos sueltos encima del frigorífico, ya que pueden vibrar con el motor.
La suciedad o el polvo en el ventilador o el motor pueden generar ruidos anormales.
Cada cierto tiempo, conviene realizar una limpieza preventiva.
🧽 Cómo hacerlo:
Si este es el caso, deja el frigorífico apagado unas horas para permitir que el hielo se derrita.
Un exceso de alimentos o una mala distribución puede bloquear las salidas de aire y hacer que el ventilador trabaje forzado, generando ruido.
Consejos rápidos:
Una correcta organización interior no solo reduce el ruido, sino que mejora la eficiencia energética.
A veces, los ruidos provienen de vibraciones internas: bandejas mal colocadas, botellas sueltas o cajones mal encajados.
👉 Retira cada bandeja, límpiala y vuelve a colocarla correctamente.
Aprovecha para asegurarte de que nada toca las paredes o el ventilador.
Si después de todas estas comprobaciones el ruido continúa o aumenta, puede deberse a un fallo en el motor, el ventilador, el termostato o el compresor.
Estos elementos deben ser revisados por un técnico especializado en frigoríficos y refrigeración, ya que requieren herramientas y conocimientos específicos.
Un diagnóstico profesional te ayudará a detectar el problema antes de que el daño sea mayor y tengas que cambiar el frigorifico.
Un frigorífico no debe ser completamente silencioso, pero tampoco una molestia constante.
La clave está en diferenciar los ruidos normales del funcionamiento de los que indican un problema.
Siguiendo estos pasos podrás:
✔️ Evitar vibraciones innecesarias.
✔️ Reducir el consumo energético.
✔️ Prolongar la vida útil del electrodoméstico.
Y si el ruido sigue siendo incómodo, recuerda: un técnico puede solucionarlo de forma rápida y segura.